Debemos meternos en la interioridad de los gestores

Después de tener un año intenso entre asesorías, consultorías, talleres y clases; en distintos niveles de una parte del sector público. Creo que estoy en condiciones de compartir con ustedes una hipótesis, que por ser obvia probablemente no la valoramos con suficiente intensidad: "Para cambiar y mejorar la gestión pública, es necesario cambiar a los gestores (as)públicos (as) y su forma de selección. Dentro de las pruebas de selección, tal vez la más crucial, más allá de las competencias técnicas y personales que son absutamente necesarias, debe haber una que mida el tamaño del "Ego" y la propensión al "mal de alturas".

¡Feliz año 2008!

Gasto o Inversión

Se ha puesto en la discusión el tema de qué hacer con los excedentes de nuestra economía. Hay, obviamente, distintas opiniones al respecto. Algunos advierten sobre los eventuales efectos negativos que esto podría tener, especialmente en la supuesta mayor inflación. Otros la desestiman. Sin embargo, pareciera no dar lo mismo si gastarla o invertirla. Especialmente, en qué invertirla.

Sin pretender hacer un análisis profundo al respecto, hay cuestiones que parecen obvias; la inversión en capital humano es algo no solamente deseable, sino un imperativo de nuestro país. Salta a la vista la necesidad de una mayor y mejor educación; pero no sólo la educación, también la inversión en Investigación y Desarrollo; invertir en cultura y nuevas tecnologías. Y qué decir de la infraestructura y la energía. Es decir, no hay pocas cosas en que invertir en un país que sueña con ser desarrollado.

En mi opinión, las autoridades no sólo deben atender el tema de los flujos futuros, para hacer frente a las obligaciones contraídas en el ámbito de lo social; sino también deben crear las condiciones para la creación de mayor valor a esta empresa llamada Chile. Es curiosa la ausencia de esta perspectiva en medio de la discusión y el olvido, casi premeditado, de un aspecto esencial para el buen éxito de todas estas iniciativas: "La Gestión". Una buena gestión puede hacer la diferencia entre un Estado eficiente y uno eficaz. Y el sentido de oportunidad en la toma de decisiones, también hace la diferencia.

¡Ojalá, las autoridades reparen en este hecho!

Tanto Estado y tanto Mercado como sea necesario

Curiosa la reacción de ciertos actores políticos frente a la proposición de estatizar el transantiago. Lo que demuestra que aún están muy arraigados los dogmas y percepciones ideologizadas frente a las políticas y la gestión públicas. La pregunta que cabe hacerse es si esto contribuye a resolver los problemas más acuciantes de la ciudadanía y a hacer de nuestro país, un país más moderno y vivible. Celebro la incorporación de un administrador de las Políticas y de la Gestión Pública. Cuestión que venía quedando relegada, después de sus mejores tiempos, en los años noventa. Sería interesante retomar la idea de modernizar el Estado, para que este haga su contribución a la mayor competitividad y transparencia. Y de paso incentive a los privados para que hagan su contribución.

Cómo evitar el eterno retorno

Uno de los problemas más serios de las Políticas Públicas y de la Gestión Pública, en general, es el eterno retorno. Ese que se produce cada cierto tiempo con la rotación de directivos y profesionales, que una vez que han llegado al peak de la curva de aprendizaje, en sus respectivas áreas, tareas o proyectos, por una u otra razon, en forma voluntaria o forzada las abandonan. Eso conlleva un reemplazo, que en la mayor parte de los casos, salvo honrosas excepciones, no continúa la tarea, como una posta, sino más bién comienza una nueva y, muchas veces una distinta. ¿Cuanto tiempo y recursos económicos y organizacionales perdidos? Tal vez deberíamos revisar la propuesta del profesor Weissbluth, en orden a profesionalizar la gestión pública y hacer de esta un tema de Estado.

Sobre la discusión actual

Sobre la discusión actual: Transantiago, EFE, Cambios a las LOCE, Cambios al sistema binominal y otros. La actitud de los distintos actores frente a ellos. Como decía un viejo profesor de latín: Nihil novi sub sole.