24 noviembre 2005

Sebastián Edwards y Michael Porter, ¿Una percepción común?

Hace algunos días atrás el economista chileno Sebastián Edwards, apelando por una nueva ola de reformas modernizadoras en nuestro país, decía: “Chile en estos momentos debiera ser una China en el Cono Sur” (La tercera, 16 de Noviembre 2005). Asimismo, Michael Porter durante su pasada por Chile, hacia fines de Junio se refería a nuestro país señalando: "Veo una parálisis del debate estratégico". Y nos daba un tirón de orejas por nuestra complacencia económica. "El académico de Harvard cree que el país ha perdido competitividad, no sabe cuál es su estrategia y se compara con sus vecinos mientras su competencia real le saca ventaja." (La tercera, 30 de Junio 2005).
Durante el evento en el cual participó, afirmaba que Chile es el país más próspero de América Latina, pero al compararlo con su verdadera competencia "no se ve bien". Nos ilustró también señalando que Chile ha caído desde 1998 del lugar 23 en competitividad al 28, mientras Corea, Malasia o Sudáfrica le ganan terreno. Y a renglón seguido advertía: "Chile todavía está agradeciendo al público los aplausos recibidos por sus reformas macroeconómicas, pero no ha decidido cuál es su segundo acto". Señalando que la solución está en la microeconomía. "La autopista desde el aeropuerto no es suficiente... Sólo las empresas crean riqueza... No vamos a tener éxito sólo con políticas macroeconómicas... La productividad laboral se está hundiendo", fueron algunas de las consignas y apreciaciones vertidas en su intervención. Finalmente, aseguró que este es un "momento importante para pensar en Chile y cuál será su estrategia".
Creo que lo anterior, es un gran insumo, para quienes elaboran las propuestas de programas de Gobierno, que son el marco necesario de las futuras Políticas Públicas. A lo anterior, sólo deseo agregar la necesidad de no descuidar los necesarios intangibles que permiten que las cosas sucedan. Atender especialmente todo aquello que potencia el capital humano, nuestros profesionales, nuestros técnicos, nuestros trabajadores (incrementando sus habilidades, su formación, sus conocimientos; pero también sus oportunidades, sus recompensas y seguridad); el capital informativo (incrementando y fortaleciendo los sistemas de información, y el uso intensivo de TICs); y el capital organizativo (Cultura de la excelencia, liderazgo proactivo y acogedor, trabajo en equipo).
Parece que para ser verdaderamente exitosos, debemos dar cuenta de los inductores y determinantes, tanto a nivel social, como educacional ,cultural y tecnológico; y no sólo los de orden político y económico.

1 comentario:

Gabriel Bunster dijo...

No deja de sorprenderme la potencia de este medio que exploras, los blogs, para potenciar a ese capital humano que somos para el desarrollo del país. Buen post y va apareciendo Adrían. Gracias.